Actualmente, vivimos en un mundo en el que cada vez son más las empresas que surgen a nuestro alrededor y que realizan el mismo tipo de acciones que nosotros; son competencia muy clara de la cual es necesario diferenciarnos para poder así llegar a nuestros clientes potenciales de manera más eficaz.
Es muy importante saber que, en una empresa, no basta con hacer publicidad y acciones ocasionales para incrementar las ventas, sino que, es fundamental contar con un catálogo de productos. Un catálogo de productos es una muy buena herramienta para promocionar nuestros productos, de este modo nuestros clientes van a poder conocer nuestra oferta de productos, así como características de estos en relación al diseño, la distribución o el precio.
El catálogo es uno de los medios de comunicación gráfica más útiles para llegar a tu público objetivo, transmite parte de tu identidad y oferta, mostrando el grado de calidad, profesionalidad y confianza que tu empresa ofrece.
Una vez comentada la importancia que el catálogo puede llegar a tener para tu empresa, conviene recordar los pasos a seguir para su buena realización. Es fundamental decidir qué tipo de información queremos recoger en nuestro catálogo, nuestros productos, información de la marca, posibles ofertas y promociones, servicios… determinar el mensaje que queremos transmitir junto a la selección del formato y soporte del catálogo, son de las primeras partes a concretar.
Generalmente la realización de un catálogo es una tarea compleja, por ello, a continuación, vamos a reducir todo el proceso a 7 pasos.
En primer lugar, es necesario determinar qué tipo de información vas a incluir en tu catálogo; es necesario partir de la temática a determinar, decidir qué quieres mostrar. Desde información relativa a tus productos (diseño, precio, características…), pasando por información relacionada con tu empresa o marca, hasta contenido referente a ofertas y promociones. Una de las informaciones que nunca puede faltar, es toda la relativa al nombre y número de contacto, redes sociales, dirección de los establecimientos o correo electrónico.
En segundo lugar, es fundamental seleccionar el tipo de diseño que deseas elegir para tu catálogo. El diseño es un elemento imprescindible en un catálogo, tiene que resultar atractivo y muy visual. Este aspecto hace referencia a la disposición de los productos, el material de las páginas, los colores y formas a emplear… Hay que tener en cuenta que un diseño no acertado puede repercutir en tu marca y en tus ventas.
El tercer paso a seguir es el relativo a las imágenes, otra de las partes más visuales junto a la anterior. Como hemos planteado en el paso anterior, es muy importante que todo configure una armonía, es decir, que todos los diferentes elementos que componen el catálogo tengan sentido unos con otros y estén equilibrados. Además, en lo referente a las imágenes hay que tener en cuenta que deben estar muy bien hechas, con una calidad y una resolución óptima para el papel de impresión. Es posible que las imágenes presenten algún fallo en relación a la iluminación o a la disposición del producto, en ese caso se puede recurrir a programas de edición como Adobe Photoshop o Ilustrator.
En cuarto lugar se debe elegir adecuadamente el tipo de software que se va a emplear para realizar nuestro catálogo. Con Word la realización de un catálogo de totalmente gratuita, sin embargo, en función del tipo de catálogo y del contenido que vayamos a incluir, se debería considerar la opción de realizar una inversión.
El quinto paso a realizar está vinculado con la organización del contenido, cómo van a estar dispuestos los artículos y productos en las páginas, qué zonas van a ser las más importantes, qué secciones van a existir y cómo se van a ordenar, decidir si va a haber un índice o no. En este apartado es importante tener en cuenta que las páginas pares son menos leídas que las impares, ya que las segundas quedan a la vista primero.
El sexto paso hace referencia a la elaboración de una portada atrayente, que genere curiosidad en el cliente. Cuanto más estética y cuidada sea, mayor será el interés que mostraran nuestros clientes.
En séptimo lugar, es necesario pensar cómo voy a distribuir mi catálogo (dónde y cuándo) y cómo voy a facilitar a mis clientes la realización de pedidos (formularios, por ejemplo). Además, es fundamental determinar cómo voy a comunicarme con mis clientes y de qué modo voy a permanecer en contacto con ellos.
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